Por Eunice Manjarrez
Por definición, una junta efectiva es aquella reunión en la cual los colaboradores suelen salir sintiéndose llenos de productividad y con la sensación de haber invertido correctamente su tiempo al lograr avances en sus labores. Sin embargo, ¿cuántos de nosotros hemos salido de reuniones que no cumplen con estos estándares y las hemos catalogado de inmediato en el famoso libro de juntas que pudieron haber sido un mail?
Las claves para no caer en este círculo vicioso son sencillas: tus reuniones deben permitirte generar ideas, planificar acciones y sobre todo, mantener a tu equipo activo e informado en un espectro 360º. Esto último incluye alinear a todos los participantes en dimensiones operativas y personales de forma organizada y respetuosa, compartiendo información que pueda llegar a afectar intrínsecamente a los resultados de dicha reunión. En otras palabras, una práctica que enseñamos desde IDA llamada log-in y su homólogo, log-out.
Y es que algo es cierto, las reuniones efectivas de trabajo están previstas para impulsar el logro de diversos objetivos. Más aún cuando todos los miembros se encuentran en sintonía por el mismo input. Pero también debemos tomar en cuenta a posibles miembros que divaguen ante la incertidumbre del propósito de la misma, ya sea por desconocimiento o por algún factor externo que los imposibilite parcial o totalmente a dar frente a la reunión de manera íntegra.
Práctica IDA: Log-in
Por ello, la primera práctica que promovemos desde IDA es el log-in, que consiste en una breve intervención de cada uno de los participantes al inicio de cada reunión, para responderse a sí mismos y para los demás 3 preguntas a saber:
- ¿Cómo llego a esta sesión?
- ¿Hay algo que me impide estar 100% presente?
- ¿Cuál es mi expectativa para este día juntos?
Este ejercicio, además de introducirte al espacio convocado, también te permitirá crear una relación sana con los otros, conociendo posibles factores que puedan llegar a alterar positiva o negativamente los resultados de la reunión.

Práctica IDA: Log-out
Asimismo, la segunda práctica consiste en realizar un log-out como cierre de cada sesión y con el fin de poder crear una idea compartida de lo ocurrido en ella y de lograr claridad sobre acuerdos asumidos y próximos pasos a seguir. Este ejercicio, al igual que el anterior, responder a una serie de preguntas que se enlistan a continuación:
- ¿Qué me llevo de esta sesión?
- ¿A qué me comprometo?
- ¿Qué me gustó de la reunión?
- ¿Qué haría distinto la próxima vez?
Logremos reuniones efectivas
Ambas prácticas son visualizadas y enseñadas desde IDA. Cada uno de sus programas cuenta con ejercicios orientados a crear un espacio laboral que logra interacción y compromiso entre los participantes, gracias a las condiciones otorgadas para enfrentar y solucionar problemas, coordinar proyectos, integrar grupos y construir equipos de trabajo que hacen un buen uso de sus capacidades y recursos en pos de seguir construyendo un #MejorNormal.